Acercamiento ciudadano en marcha; una aproximación al nuevo rol de la ciudadanía en materia de control social.

04.06.2017

Llegó el tiempo de campaña, aquella época donde la mezcla de colores y efervescencia de los partidos y movimientos pretende convocar a los adherentes de las ideologías y/o a quienes están indecisos para sumarse enérgicamente a estas organizaciones que prometen dar un giro distinto al rumbo de la nación. Lo cierto es, que en esta época, todos andan en la buena voluntad de aceptar ideas, cambios, sugerencias, esto se trasluce en una fiesta de la emotividad, con tal que se llegue al poder sin duda esa marca no debe apagarse. Ahora, en lo que respecta a la ciudadanía en general, aquella que día a día ha sido testigo en primera fila de los actos de corrupción, demagogia, malas prácticas, nepotismo y un sin número de actos desagradables, deben observar con mirada fija a quienes, en un estilo de borrón y cuenta nueva, pretenden ofrecer con nuevas caras superar esta especie de debacle en nuestro país.

Lo cierto es que la participación ciudadana está estancada y es un desafío no menor el que se debe hacer para destrabarla, por ende ¡ES LA HORA CIUDADANOS! , para ponernos de pie y exigir a quienes pretenden dirigir los destinos de la nación, comentar que no solo seremos quienes van a votar y nos volvemos a casa, sino que seremos fieles vigilantes a sus actos, mal que mal son nuestros impuestos los que pagan su accionar.

El control social, organizado y oportuno, es el mecanismo que tenemos a nuestro favor para hacer un seguimiento respecto a la labor que los políticos están siendo, es un trabajo duro, controlar no es fácil, pero es nuestro derecho y deber, de lo contrario seguiremos entregando la responsabilidad cívica a un vicioso monopolio de personas que estarán ejerciendo labores sin que sepamos en qué.

Pero para no ser tan apocalíptico e injusto, no solo a los políticos controlemos, ¿qué les parece también a los funcionarios públicos?, aquellos hombres y mujeres que desarrollan una función pública, a aquellos que están en la administración pública, mandatados para servir al país, no hay excusa, tenemos la Ley 20.285 de Transparencia y Acceso a la Información Pública, una tremenda herramienta a nuestro favor, ¿por qué debemos usarla?, porque es un derecho y deber ciudadano, si las cosas andan mal, porqué como ciudadanos no hacemos una autocrítica, que hemos sido incapaces de ejercer un control social certero, si bien es cierto, las manifestaciones, expresadas en marchas y demases, son solo un instrumento de descontento y presión, pero también es válido que para quienes no adhieren a esa forma, utilicen los respectivos instrumentos que la ley brinda, pero después no nos quejemos si las cosas van marcha atrás.

Ciudadanos, ya en el siglo XXI, a 27 años de haber vuelto a la democracia, no es excusa quedarse en silencio, si los instrumentos de fiscalización y control social están, ¿por qué no controlar? 
Un ejercicio libre y cívico es expresar opinión, pero también denunciar cuando las cosas no estén marchando como corresponden, este año, por una parte, que tendremos una cantidad importante a candidatos por Chile recorriendo y otros localmente haciendo campañas, es hora de comprometerlos que ejerzan como corresponde el rol asignado por la ciudadanía, pero detrás, no solo sus asesores, sino una participación ciudadana constante y exigente, ¡ES AHORA, O NUNCA! 

© 2017 Eduardo Leiva. Todos los derechos reservados.
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