Responsabilidad de dirigir.

Dirigir sin duda es una función compleja, pero alguien debe asumirla. Así lo entienden quienes voluntariamente se encargan del fortalecimiento de sus organizaciones en pos de un interés en común. Hombres y mujeres que dedican no solo tiempo, recursos, energias, sino también sus capacidades y destrezas al servicio de su gente. La tarea dirigencial hoy es sumamente ardua, una ciudadanía desconectada, individualista y desconfiada es parte de la piedra de tope para quienes luchan para que sus organizaciones no decaigan, el malestar de la baja participación y el involucramiento cívico ha tenido sus costos, pero sin duda, contra viento y marea, quienes llevan un liderazgo innato han sabido no solo llevar adelante este duro proceso, sino también ser parte de la generación de la tecnología, a fin de estar a la vanguardia y llegar mejor a sus organizaciones, un desafio nada de facil, pero sin duda los dirigentes sociales asumen este compromiso digno de imitar.